Los errores (o bugs) de los juegos
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Estás jugando tranquilamente y, de golpe, ¡pam! tu personaje se cae al infinito, el personaje con el que hablabas decide desaparecer haciendo contorsionismo de nivel muy alto o sencillamente se queda atascado en un punto y es imposible salir.
Aquí es cuando empieza la relación con los bugs (errores de diseño o programación) de un juego.
Bugs malos sin gracia
En la mayoría de casos no tienen un componente humorístico detrás. La partida se corrompe impidiendo continuar y perdiendo todo nuestro progreso, el juego no permite continuar más allá de donde estamos al faltar un elemento clave que no está presente o, sencillamente, el juego se apaga de repente sin explicación alguna.
De dónde sale tanto bicho
Cuando un producto se va creando se ponen, quitan, alteran sus diferentes partes afectando la interacción entre ellas. A eso le sumas que en un juego puede trabajar mucha gente a la vez es carne para que algo falle y suceda todo lo comentado.
¿Y a qué se deben? Pues a varios factores que pueden relevantes:
- Los tiempos de desarrollo. El mercado es agresivo y conseguir un hueco en el calendario en el que destacar es clave. Eso reduce los tiempos, se alargan las jornadas y a su vez se reduzcan las comprobaciones. Y, gracias a ello, más errores.
- La cantidad de elementos del juego. La complejidad de muchos juegos es muy superior a la de hace años teniendo ahora miles de elementos en ellos. Y por pura matemática, con un mismo porcentaje de fallo aplicado a más elementos, son más bugs.
¿Cómo se corrige un bug?
Los betatesters son personal de las compañías especializados en buscar, identificar y reportar los errores antes que el juego salga al mercado. Y consiguen atrapar muchos pero otra cosa es saber, poder y/o tener tiempo para arreglarlos por parte de los desarrolladores. En este caso, la comunidad, al gozar de mucha más gente que la compañía, es capaz de encontrar con mucha más habilidad y rapidez los bugs. Y eso hace que la compañía vaya tomando nota constante de ellos y aplicando soluciones a medida que van apareciendo.
¿Y cómo se soluciona? Con los parches. Actualmente, gracias a la conexión a Internet, se puede mejorar y arreglar muchos de los errores. Es casi habitual que un juego tenga un parche enorme el mismo día de lanzamiento para cubrir los errores más gordos pulidos en el último minuto. El problema: se generan a veces más errores a partir de ellos.
Tomarselo a broma y aprovecharse de ello
Pero no todo es malo con los bugs. Nos dan situaciones cómicas recordadas por muchos y recopiladas en multitud de vídeos de Youtube. Los últimos en las entregas de Pokémon Escarlata y Púrpura fueron conocidos por todos dando maravillas como aplausos entre codos y manos, personajes cayendo por barrancos o flotando mientras te hablan tranquilamente, choques con piedras que te mandan a otra región, … Pero, además de eso, en el caso de los jugadores más extremos que hacen speedruns (carreras para superar el juego en el menor tiempo) usan combinaciones muy precisas de algunos bugs para recortar milésimas al reloj y así poder ser los mejores.
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